Reseña del Hotel Altis Avenida en Lisboa
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Recientemente tuve la oportunidad de ser un invitado en el Hotel Altis Avenida de Lisboa por su director Gonçalo Durão. Muchos piensan que una experiencia así, como invitado, tiene poca validez. No lo veo así, la invitación no compra mi reseña, mucho menos mi criterio. Si habláramos de dinero, de vulgar publicidad, otra sería la historia.
Por otra parte, creo que, siendo un habitante de la ciudad, formar parte de este tipo de actividades y luego reseñarlo, le puedo dar al lector, al visitante de nuestra ciudad, una perspectiva mucho más amplia, al conocer bien las zonas y la cultura, la idiosincrasia portuguesa, y reflejarlo en un intento de comunicar diferentes culturas, a manera de puente conductor de entendimiento, creyendo saber qué le gusta al visitante y considerando tantas opciones como sea posible. Paso a describirles las cosas más importantes: ubicación & precio, diseño e historia, habitaciones, limpieza, atención, servicio, desayuno, diversión y alrededores. Por cierto, si os gusta la reseña y el hotel, podréis reservar aquí o si buscáis alternativas, ver nuestra web de hoteles.
Ubicación & Precio
El Hotel Altis Avenida, está ubicado en pleno centro lisboeta. Justo al lado de la plaza de Restauradores y de Rossio, a pasos del Hard Rock Café y al frente de un Starbucks en la propia estación de Rossio; pero más importante para los que como yo disfrutan de lo auténtico: muy cerca de cientos de locales, monumentos y lugares importantes, además de una estupenda cercanía con supermercados, restaurantes tradicionales, y terrazas típicamente lisboetas.
El hotel ocupa un punto en la ciudad que realmente es un hervidero de emociones lusas, al lado de teatros y oficinas burocráticas portuguesas, al lado de la mejor avenida de la ciudad donde están ubicadas las tiendas de diseñador, pero también cerca de locales derruidos por el tiempo que se mantienen por lo poco que sus dueños pueden hacer. En fin, un lugar donde vemos lo mejor y lo peor de la ciudad, sus contrastes, sus pros y sus contra, lo que me lleva a una conclusión que más de uno apreciará con similitud: este hotel no puede estar mejor ubicado. Su ubicación es certera, exacta, precisa: la mejor que podemos tener en Lisboa, para ver lo malo y lo bueno, para evaluar y sentir la ciudad de cerca o de lejos, depende de qué lado de la calle nos ubiquemos.
El precio de la noche en el hotel ronda los 100€, tendiendo a echar pa'rriba, así que si os queréis hospedar aquí, aprovechar, sé de buena fuente que hacia el 2.012 los precios del lugar aumentarán.
Diseño e Historia
El hotel como tal no tiene una entrada pomposa, es humilde desde afuera, cosa que cambia cuando entramos, pero no por convertirse en un hotel 5 estrellas de aquellos antiguos cargados de ornamentos barrocos o sobrecargado de alguna forma, no.
El hotel, su diseño, ha sido cuidado hasta los más ínfimos detalles para un tono acorde con los tiempos que corren, aún presentando el reto de mantener -al ser un edificio histórico– gran parte de sus materiales y estructuras originales.
Hay que acotar que el edificio fue recientemente remodelado por el grupo Altis e inaugurado en Marzo del 2.010. Se respetó la estructura del hotel en su remodelación e incluso hubo una cierta inspiración en los años 40 para su rediseño.
En mi muy particular forma de verlo, yo estoy entrando en un hotel con un moderno “retro-future”. Ellos lo denominaron “urban-chic”.
Habitaciones
Desde las habitaciones de este hotel se pueden divisar varios puntos importantes de la ciudad, todo dependiendo del ala que nos toque. Rio Tajo, Castelo de Sao Jorge, Plazas como Rossio y Restauradores, la Avenida, o, para los más desafortunados, un jardín interno.
Las habitaciones, siendo un 5 estrellas dejan un poco que desear: no son demasiado grandes, es verdad. Pero desde el punto de vista del diseño se la han ingeniado, mediante vidrios y espejos en amplificarlas, a pesar del negro. Porque hay que decirlo, el hotel es muy negro.
Creo que, desde el punto de vista de la elegancia, el negro juega un papel importante, pero quizás se les ha escapado un poco de las manos. Por otra parte, este negro hace contraste constante con líneas rectas y doradas, además de los elementos del mobiliario del local, como la madera (no demasiado abundante, a decir verdad).
Más allá de cualquier gusto personal, solo puedo decir que estoy muy contento de haber conocido este hotel, y poco puedo decir del diseño del hotel que no sea alabanza.
El baño que nos tocó (me hospedé con mi mujer y mi bebé de 7 meses) desafortunadamente no tenía bañera pero sí contábamos con un par de buenas batas de baño y las ganas de un baño largo que pueden tener 2 padres después de muchos meses durmiendo muy poco. La cama, amplia, debe medir unos 2×2 metros. Servicio de minibar, wifi gratuito, televisión HD con canales infinitos, room service, aire acondicionado, todo era (y fue) perfecto para descansar. Lo mejor de todo era que el ruido exterior, a pesar de estar en el perímetro central de la ciudad, no llegaba ni mínimamente a mis oídos. Lamentablemente, el aire acondicionado no dejó de hacer un ruido fastidioso durante toda la estadía, aunque esto no interrumpió nuestro descanso.
Opiniones Online: limpieza, atención, servicio y desayuno
Antes de ir al hotel investigué muy bien y vi que en tripadvisor lo que más se comenta es la atención del sitio. Y no es para menos. El personal fue increíble en todo momento, no se equivocan las opiniones online del sitio. ¡Qué atención!
Eso sí, la formalidad reinó en todo momento, por lo que solo puedo decir que la atención fue impecable y muy atenta. Al llegar, un chico nos recibió y nos acompañó hasta la habitación, parecía un poco nervioso, pienso que podríamos ser de los primeros clientes que debe recibir. A pesar del nerviosismo logró articular muy bien las respuestas a cualquier inquietud que pudiéramos tener.
A pesar de que había advertido con anticipación que iría con mi bebé, no estaba su cunita cuando llegamos, sin embargo, se encargaron de ponerla apenas salimos de la habitación, sin molestarnos, lo cual fue una buena idea. Adicionalmente, nos dejaron un detalle para la peque.
La limpieza no deja lugar a dudas, aquí se la curran muy bien. O quizás es el hecho de ser un lugar completamente renovado recientemente, pero nos sentíamos como si estuviéramos estrenando el lugar.
Por otra parte, siento que con el desayuno (está incluido en el precio) yo me he vuelto algo exquisito, pero puedo comentar varias cosas positivas: el pan estaba super fresco y variado, habían opciones integrales, perfectas para comenzar el día. El café, menos mal, no lo sacan a la americana ni de una de esas fulanas e insaboras “Nespressos” (no me crean mucho, estoy muy tentado a comprar una). El café está hecho a la antigua, así que puntos extra por eso. Los huevos estaban un poco “crudos” para mi gusto. El desayuno está servido en la terraza del último piso, en el Rossio Restaurante Bar Terraço, así que venid preparados para un desayuno con vistas.
Diversión
El hotel es aburridísimo en el sentido que no hay nada que hacer que no sea comer, dormir, ver TV o hacer un meeting en la sala de reuniones. Nada de piscinas, ni spas. Pero, el grupo tiene la ventaja de tener otro hotel Altis cerca, y le permiten a los huéspedes hacer uso de las piscinas, spas y ventajas de las otras propiedades de la cadena. Nada mal.
Alrededores
Decidimos salir a comer cerca, sin alejarnos mucho, y conseguimos ir a un sitio que tenía pendiente, porque yo le meto a lo cutre y a lo fancy, me gusta conocerlo todo. En fin, está éste lugar, un poco cutrón pero de buena presencia, el Leão d’Ouro al atravesar la calle, que tiene dos opciones: buffett o restaurante. Dada la hora (eran las 5pm aprox.) decidimos ir al buffet. Comida bien, precio baratísimo. A solo metros del hotel. Pero hemos podido ir a algo mejor, todo está a escasos pasos.
Para los que vienen por primera vez, bien sea solos, en pareja o en familia, y que no conocen la ciudad, pueden salir y encontrarse con sorpresas lisboetas caminando apenas 5 minutos: el elevador de Santa Justa está aquí al lado, el Convento do Carmo a 10 minutos a pie, la Praça do Comercio a un suspiro, y pare usted de contar. Absolutamente todo está a una distancia caminable: es increíble la diferencia que hace hospedarnos en el lugar perfecto.
Para los que vienen por negocios, están en un punto equidistante a cualquier punto de la ciudad.
El perfil común de los que se hospedan en el hotel son personas entre 50 y 65 años, personas con un nivel de gasto un poco mayor, pero no os dejéis engañar, no sólo este hotel nos tan caro si tomamos en cuenta su relación precio-valor, sino que este es un hotel para todos los rangos etários.
Conclusión
Este hotel es perfecto en cuanto a ubicación. Atención, y servicio: insuperable. Actividades en el hotel, muy escasas, así que creo que queda para familias y parejas que requieren comodidad y un lugar céntrico. Sobre todo, creo que el sitio es una buena recompensa para aquellos que quieren patear la ciudad y regresar a un reparador sueño, o para los que tengan largas sesiones de negocios en Lisboa, este podría ser el hotel ideal.